“Hollywood me ha asfixiado y ha destruido a mi familia”, confesó.
Estar en la industria a una temprana edad es algo complicado para muchos artistas. Lo hemos visto varias veces y el final siempre es similar: casos como el de Lindsay Lohan y Demi Lovato, conocidas por también ser la cara de la empresa del ratón, lo han demostrado. Si bien tiene sus buenos momentos, el éxito también está acompañado de muchos problemas, en especial si los intérpretes todavía se encuentran en etapa de crecimiento. Bullying, depresión, ansiedad, abuso de sustancias y trastornos alimenticios son algunas de las dificultades que presentan los niños y adolescentes que se encuentran en el éxito primitivo.
Alyson Stoner actualmente es cantante, actriz, bailarina, publicista y actriz de voz. Si bien no era la cara principal de Disney, es conocida por haber protagonizado películas de la compañía, tales como “Alice Upside Down” y por haber participado en “Camp Rock 1 y 2”. También estuvo en series como “Zack y Cody: gemelos en acción” y “Es tan Raven”. Con tan solo once años, comenzó su carrera como intérprete en un programa de Disney Channel llamado “Mike’s Super Short Show”, el cual duraba cuatro minutos y explicaba los estrenos de DVD y cine del momento. A partir de allí, la empresa la tuvo en cuenta para futuros proyectos.
Pero ahora, nos enteramos que no todo fue color de rosas. Que llegar a trabajar con una de las compañías más grandes en el mundo no fue lo mejor que le pasó en su vida. A través de un ensayo de People, Alyson Stoner reveló las luchas por las que tuvo que pasar la actriz de (ahora) 27 años. Contó que mucha presión sufrió durante las audiciones, y agregó que las empresas de entretenimiento establecen condiciones “inapropiadas y peligrosas” en el trabajo infantil. Otro de los puntos que tocó fue que sus agentes la alentaron a que se emancipe temprano, para que pudiera trabajar más horas y sea más fácil a la hora de contratarla.
También confesó que, a sus 17 años, Hollywood la había “asfixiado y destruido” a su familia. Perdió nueve kilos (siendo que ya era delgada) y empezó a tener trastornos alimenticios. Afortunadamente, fue en contra de lo que quería su equipo y se sometió a rehabilitación. “Aunque no estoy sin cicatrices y luchas continuas, sigo siendo uno de los casos más afortunados”, expresó y agregó que “por alguna fuerza misteriosa interior, me comprometí a un profundo trabajo propio y una sanación constante como mi rebelión”.
“No mencioné el acoso sexual, la propiedad intelectual y el dinero robado, los paparazzi, el impacto psicológico del nuevo panorama de influencers, los juegos de poder tóxicos y lo que realmente sucedió en todos esos sets”, sentenció Stoner, sin detallar sobre el tema.
Debido a todo esto, la intérprete exigió que en la industria se empiece a contratar a “un profesional de salud mental externo calificado” para que “monitoree las condiciones de trabajo y ayude a los artistas a regular, cambiar de identidad y descargar la turbulencia interna residual después de las actuaciones emocionales”. También recomendó que los tutores y representantes de los niños estrellas tomen cursos sobre la industria, ya que con ello “pueden verificar los motivos y el nivel de preparación del tutor (…) y establecer las mejores prácticas para obtener la inyección del millón de dólares de la manera más segura y ética”.