Necesitó terapia por su agotador ritmo de vida.

Con tan solo 25 años, es una de las actrices más famosas del momento. Si bien ella ya era conocida por haber formado parte de producciones como “The Witch” (2015) o “Split” (2016) junto a James McAvoy, fue su protagónico en la miniserie “Gambito de Dama” lo que disparó su fama a nivel mundial. Su interpretación fue tan buena que incluso fue la ganadora del Globo de Oro a la Mejor Actriz de la última edición. Pero este abrumador y repentino reconocimiento también trajo sus consecuencias negativas.
En una entrevista para la revista Tatler, la artista confesó que al principio no sabía lidiar con su popularidad. Su papel de ajedrecista prodigio despertó el fanatismo de muchos, la atención de la prensa y así le llegaron varias ofertas en grandes producciones. Este ritmo de vida tan abrumador la hizo padecer estrés crónico y por eso tuvo que recurrir a un profesional. “Era una nueva etapa de mi vida para la que no estaba preparada, y eso me hacía sentir impotente”, confesó.
Cuando finalizó el rodaje de “Emma” (2020), Anya Taylor-Joy solamente se tomó un día de descanso antes de empezar a trabajar en su siguiente película “Last Night in Soho”; a su vez, contaba con un único día libre antes de comenzar la filmación de “Gambito de Dama”. Evidentemente, sus esfuerzos laborales tuvieron repercusiones en su salud y, durante esta etapa, priorizó sus personajes antes que su vida personal:
“Estaba poniendo tanta energía en comprender a estas otras personas (sus papeles) que era como un jarrón que se llena con líquidos de diferentes colores y no tenía idea de quién era yo. Definitivamente llegué a un punto en el que pensé: ‘No he tenido tiempo de ponerme al día con mi vida personal porque he estado guardando todas estas experiencias en una mochila y continúo avanzando'”.
Anya Taylor-Joy para Tatler.
Además, Taylor-Joy contó que sobrevivió a base de Coca-Cola Light, cigarrillos y café, y aseguró que se encontraba tan agotada mentalmente que no podía acostarse después de las ocho de la tarde. Esto la frustraba. “Puede ser difícil cuando eres joven no sentirte culpable por no hacer cosas que otras personas de 25 años están haciendo”, agregó. Para aliviar su estrés, mencionó que su receta es escuchar música aleatoria con auriculares aislantes de ruido e intentar no pensar en nada. “Pegar puñetazos a una almohada también me funciona”, bromeó.
Su próxima película “Last Night in Soho”, dirigida por Edgar Wright y en la que trabaja junto a Thomasin McKenzie (“Jojo Rabbit”), fue presentada en el Festival de Cine de Venecia y obtuvo, en su mayoría, críticas positivas. Es un thriller psicológico que la propia Anya definió como “un viaje en ácidos muy bien dirigido”. De hecho, añadió que es un proyecto que la apasiona desde que habló por primera vez con Wright, en 2015. Ahora solo queda esperar su estreno el 23 de octubre.