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Baz Luhrmann: el director que no conoce de excesos

Sumergite en el universo del hombre detrás de “Moulin Rouge” y “The Great Gatsby”.

Leonardo DiCaprio en El Gran Gatsby de Baz Luhrmann

Espectacularidad, arte barroco, movimiento y escándalo son algunos de los elementos que brillan en su carrera. En reiteradas ocasiones, suele suceder que aspirantes a cineastas o aficionados desean indagar más allá de nombres populares. Por eso, te recomendamos a esta figura, que es un caso especial: probablemente escuchaste hablar de sus películas, sin saber que se trataba de su trabajo. Para iniciar el viaje a través de su filmografía, es importante tener en cuenta que es un cineasta que comenzó su andadura en el mundo del teatro, y mantuvo su esencia escénica en la gran pantalla, anteponiendo la experiencia y los sentidos a la narrativa. El mejor ejemplo de esto es su famosa trilogía del Telón Rojo, llamada así por él mismo, por su forma de unir cine y teatro en las películas (haciendo referencia a la característica cortina que funciona en la apertura y conclusión de una obra).

Luhrmann tiene un sello personal consistente en todas sus películas, cuyo objetivo es que el espectador se mantenga activo e hipnotizado. Los efectos visuales, el montaje, el uso de los personajes, los símbolos y el ritmo impulsado por la música son elementos que mantienen una conexión en cada uno de sus títulos. Desde su obra prima, apodada “Strictly Ballroom” (1992), hasta su nuevo trabajo, se atribuye un estilo formalista basado en un lenguaje cinematográfico único y las técnicas diferentes y complicadas que utiliza para expresar historias sencillas. De esta forma, apreciamos su cultura del exceso estilístico que divide al público y a los críticos en grupos de admiración por la atención extravagante y odio hacia lo no natural. De hecho, en numerosas ocasiones se le dijo que enfoca su energía en la generación de MTV con una connotación negativa.

Por supuesto, ni él ni sus seguidores consideran esto como un insulto. Uno de los aspectos de autor fundamentales se basa en el pastiche, una forma estética que mezcla varios estilos y es típica del posmodernismo. Baz quiere atraer a la audiencia por medio de lo inesperado, pero con el apoyo de materiales que son familiares. El cineasta crea su propio lenguaje, presta especial atención a los escenarios “creando un mundo conscientemente artificial a través de un collage de diferentes estilos” (Cook, “The Auteurism of Baz Luhrmann”).

Al mismo tiempo, es un experto en anacronismos: mezcla lo clásico con lo moderno, lo tradicional e histórico con una explosión de cultura pop, formando un delirio visual que borda la sátira y sigue siendo espectacular. ¿Qué pensaría William Shakespeare de Verona Beach, escenario de su versión posmoderna de “Romeo y Julieta”? Y si hablamos de esa cinta, te contamos que Leonardo DiCaprio y Nicole Kidman son los artistas a los que suele recurrir en cada proyecto, siendo los más reconocidos “Romeo + Julieta”, “Moulin Rouge”, “Australia” y “The Great Gatsby”. Actualmente está produciendo su próximo largometraje “Elvis”, junto a Tom Hanks, Austin Butler, Dacre Montgomery y Maggie Gyllenhaal.

Un director digno de admirar, que abunda en las salas con su cine teatral y su percepción de la necesidad de encontrar una forma diferente de contar las cosas, priorizando siempre el oído y el ojo.