Ya disponible en salas teatrales.

En el maravilloso mundo del cine, existe una regla básica que todo proyecto debería cumplir: una película debe ser completa y subsistir sin necesitar el aporte de ningún otro medio. A lo largo de la historia, la industria dejó un poco de lado este concepto para convertir en dinero los deseos de las comunidades masivas, a partir de los universos transmedia. En dicha convergencia, nos hemos encontrado con innumerables adaptaciones de libros. Pero, ¿qué sucede cuando un largometraje busca representar cada página, olvidándose de su propio formato? Tenemos lo que podría ser la peor cinta del 2021.
Dirigida por Castille Landon, esta aventura (que traslada a la gran pantalla el fan-fiction de Wattpad escrito por Anna Todd) cuenta la continuación del amor entre Hardin Scott y Tessa Young, que deberá someterse a un proceso de maduración para poder sobrevivir.
En FORUCINEMA somos partidarios de que los títulos deben ser juzgados por sus pretensiones. Nadie puede sentarse a ver “After” con los mismos ojos que si viera “The Godfather”. Sin embargo, incluso dentro de sus propias intenciones, el producto falla. Estamos enfrentados a una historia que no tiene respeto por sí misma. Casi todo el elenco fue sustituido, dejando en claro que solamente importa que veamos a Hero Fiennes-Tiffin y Josephine Langford juntos. E incluso así, Landon pierde un sinfín de oportunidades.
De acuerdo, pagamos por ver a una pareja tóxica teniendo sexo. Ese es el valor de esta propuesta: todos los personajes y subtramas que se anteponen en el camino funcionan de excusa para llegar hasta la próxima escena de pasión entre los protagonistas. En efecto, lo mínimo que se debería esperar de esta franquicia es que todos los recursos cinematográficos se utilicen de forma que sea una experiencia totalmente erótica. Pero, desgraciadamente para los admiradores, parece ser que su directora no tiene idea de cómo dirigir este relato. En definitiva, podemos asegurar que no hay nada menos excitante que esta película.
Es por aquel valor “diferencial” que no le dan ningún tipo de relevancia al guion, al punto de implantar sin descaro una cantidad insoportable de agujeros argumentales y diálogos que son tan insulsos, que ni siquiera se escuchan en la vida real. En su intento de volverse madura y dramática, termina cayendo en un extraño pozo que ni su audiencia habitual podrá tolerar. Al moverse sin argumento ni objetivos, no hay adolescente hormonal que la rescate. Es una idea simple y terriblemente ejecutada. De todos los departamentos que constituyen la estructura de una producción, solo podemos destacar al equipo de arte: al tener un público sumamente específico a apuntar, saben qué colores, qué ambientaciones y qué estilos implementar para llamar su atención. El resto es un descaro absoluto.
Sin ningún prejuicio, “After” es consciente de que se volvió un guilty pleasure incluso para sus mayores fanáticos. Llegados a su tercera entrega, no pretenden más que ser una excusa para explotar el atractivo de sus protagonistas, su tormentosa relación y sus explícitas escenas de sexo. Lamentablemente, “We Fell” no pudo lograr ni siquiera una representación decente de eso. Al concluir la película, parece ser que son los seguidores de la pareja quienes tienen una verdadera complicidad tóxica con esta saga.