La cinta llega a los cines argentinos el 8 de abril.
El abanico de opciones para ver este mes en las salas de proyección es amplio; hay muy buenas producciones en cartelera compitiendo. Si querés ver una película de misterio y crimen, esta opción es para vos. Dirigida por John Lee Hancock, este filme tiene a tres estrellas ganadoras del Óscar en el reparto principal: Denzel Washington (“Día de entrenamiento”, “Tiempos de gloria”), Jared Leto (“El club de los desahuciados”) y Rami Malek (“Bohemian Rhapsody”). Y si bien no es “la joya” del 2021, no es una mala propuesta para disfrutar en la gran pantalla junto a un balde de pochoclos.
Hay muchas expectativas generadas tras la mención del elenco. Tres potencias del cine en un mismo set de rodaje claramente llaman poderosamente la atención. Se espera algo grande. Atrapante. Un enigma difícil de comprender, quizá… Y hay un poco de aquello, pero estamos hablando de un “vaso a medio llenar”. La trama se centra en un sheriff y un detective de homicidios que juntos investigan una serie de asesinatos provocados por un astuto criminal. Pero, con el paso del tiempo, se darán cuenta de que el trabajo cada vez se vuelve más complicado, mientras los fantasmas del pasado y el ego ahondan en sus cabezas.
Sin traer nada nuevo a la mesa, esta historia nos paraliza desde el primer momento. El suspenso está muy incorporado, al punto de dejarnos estáticos en nuestros asientos. Conforme va pasando el tiempo, nos damos cuenta que esto no cesa; la tensión se hace notar en la sala de cine. Y aunque la duración del filme es de más de dos horas, el aburrimiento no aparece. Con un poco de humor de por medio, sin duda alguna, esta propuesta resulta entretenida.
Además de la interesante atmósfera que el cineasta genera, la implementación de los tres intérpretes a la cinta ha sido una muy buena (me atrevo a decir, la mejor) idea. Las actuaciones de Denzel y Leto sobresalen, en especial la de Jared. Desde un principio, en el lanzamiento del tráiler, su personaje parecía indicar que iba por buen camino. Y logró cumplir las expectativas: con un aspecto desaliñado y totalmente escalofriante, el actor se metió en la piel de Albert Sparma, el principal sospechoso de los crímenes.
La actuación de Malek no brilla por su excelencia, pero es buena. Junto a Washington protagonizan momentos de mucha tensión, algo que sin la ayuda de Hancock no se hubiese podido conseguir. Sin duda alguna, el realizador ha demostrado que el suspenso es lo suyo. Pero a pesar de eso, no termina de convencer.
Podría haber sido una buena producción, de no haber caído en lo reiterativo. Desde el comienzo de la película, uno especula con el final. ¿Predecible podría ser la palabra? Tal vez. Si bien hay otras opciones que al espectador se le pueden venir a la mente, mientras está disfrutando de la obra, el giro inesperado para algunos se vuelve totalmente esperado. Claramente, el elenco es lo primordial en esta historia entretenida, pero que está escasa de originalidad.