El actor reveló de qué manera utilizó la magia de su personaje fuera de Hogwarts.
En la actualidad, las sagas juveniles cinematográficas brillan por su ausencia. Pero hubo una época, hace no tanto tiempo, donde aquellas franquicias dominaban la pantalla y el corazón de los adolescentes. Las productoras y los medios de comunicación fueron totalmente conscientes de este hecho, por lo cual, explotaban a sus protagonistas. Ya sea con su belleza o involucrándolos sentimentalmente, los artistas que formaban parte del reparto se convertían en objeto de deseo, y de uso.
A pesar de que la saga del niño inició con un público infantil, la realidad es que una generación entera creció junto con las películas y los personajes. El producto que tapó el desarrollo, y la juventud del equipo, fue “Crepúsculo”. La forma en la cual sexualizaron a los intérpretes, que formaron parte de la historia entre Bella y Edward, logró que las revistas y shows de televisión no centraran tanto su atención en el elenco de magos y hechiceras, que también se encontraron con una horda de admiradores que deseaban más que un simple autógrafo.
Esto fue lo que sucedió con Daniel Radcliffe, quien se mostró igual de sorprendido que nosotros ahora con su relato, cuando se vio envuelto en las hormonas adolescentes de sus fanáticas. A esto, debemos sumarle el detalle de que, junto con esas declaraciones, contó que haber sido Harry durante tanto tiempo, lo redujo como actor al punto de que se sentía encasillado y su único refugio fue el alcohol (incluso antes de que se estrene el último film, puesto de que ya se había dado cuenta de lo difícil que sería su carrera, una vez que finalice aquel trabajo). Sin embargo, eso no lo detuvo a la hora de aprovechar su influencia como figura de Hollywood.
“Siempre estaba muy nervioso con las groupies. Prefiero que alguien me guste personalmente antes de tener sexo. Aunque sabes que tendrás que hablar con ellas después, incluso si es una aventura de una noche. Tengo… quiero decir, eso ha sucedido, pero en general he conocido a la persona. Aparte de que, generalmente cuando sucedía, estaba bebiendo. De todas formas, me gusta tener novia. Pero sí, tuve una vida loca”, reveló Radcliffe, sobre sus relaciones a partir de “Harry Potter y El Cáliz de Fuego” (por medio de Hindustantimes).
En cuanto a su superado problema con la bebida, el actor continuó: “Yo era un borracho realmente molesto. Ruidoso, inapropiado y desordenado. Me divertía mucho con las primeras cuatro bebidas y después de eso, iba en descenso hasta necesitar ayuda. El apagón era lo mío”, contó Daniel a The Mirror.
Está claro que durante su participación como la cara de la millonaria franquicia, el intérprete, junto con Emma Watson y Rupert Grint Grint, se balanceó entre momentos duros y de extrema felicidad, lejos del mundo ATP de J.K Rowling.
