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El día que Kubrick puso en peligro la vida del actor de “La Naranja Mecánica”

El detrás de escena de esta película esconde secretos importantes.

“La Naranja Mecánica”

Anteriormente te contamos sus curiosidades, por lo que, si querés ir a leerlas podés hacer clic acá. Pero hoy, nos venimos a meter de lleno en qué le sucedió al protagonista de esta cinta tan famosa, cuya sinopsis dice así: “Alex es el melómano líder de una delirante banda de la ultra-violencia y la violación de sus víctimas. Cuando él es traicionado por sus compinches de fechorías y consecuentemente encarcelado, el gobierno trata de reinsertarlo a la sociedad por medio del innovador y contundente tratamiento ‘Ludovico’, método que resulta ser efectivo en orden a impedir que el paciente cometa cualquier clase de acto violento. Sin embargo, este será el inicio de la pesadilla personal del protagonista, al sufrir en sus propias carnes el rechazo de sus padres y la cumplida venganza de unos verdugos favorecidos por la indefensión de nuestro protagonista”.

Malcolm McDowell fue quien protagonizó esta increíble película, bajo la dirección de uno de los más grandes en la industria cinematográfica. ¿El problema? Era extremadamente exigente, a tal punto de hacer sufrir a sus actores. En otra ocasión te informamos acerca del calvario que vivió Shelley Duvall durante las grabaciones de “El Resplandor”, otra obra del cineasta. No es algo que hizo solamente con la joven, sino también con el resto de los intérpretes de cada una de sus películas. En este caso, lo que le sucedió a Malcolm fue bastante extremo.

Él se hizo conocido por encarnar a Alex, el personaje principal en “La Naranja Mecánica”, cinta que se estrenó en 1971 de la mano de Stanley Kubrick. Pero, tal como la actriz del largometraje protagonizado por Jack Nicholson, no la pasó nada bien durante las filmaciones y sufrió mucho tanto mental como físicamente. Por ejemplo, en una de las escenas más famosas del filme como lo es la del tratamiento “Ludovico”, él tuvo que someterse a mirar imágenes violentas mientras escuchaba música de Beethoven. Este momento fue bastante verídico: lo mantuvieron con los ojos abiertos tal como lo muestran en la pantalla, por lo que, el médico que aparece en la escena, era un oculista real que tenía que ocuparse de humedecerle los ojos. Por este hecho, una de las córneas de dañó y quedó temporalmente ciego.

Si creíste que eso era mucho, lastimosamente no fue la única tortura que tuvo que vivir. Hubo otra escena en donde el personaje se encontraba con sus antiguos amigos, los ahora policías, que tenían que castigarlo ahogándolo en un tanque de agua. Para que fuera completamente real, la toma tenía que durar lo que sea necesario. Para que no peligrara su vida, el actor tuvo un tanque de oxígeno. ¿El problema? Éste nunca se activó y realmente sintió temor por ello.

Otro de los momentos de la película es cuando Alex es humillado arriba del escenario. Había una cierta insistencia por parte del director en que las escenas fueran ciento por ciento reales, por lo que, las patadas que recibió fueron bastante verídicas. Tan así, que el intérprete terminó de grabar y sintió un dolor profundo en su cuerpo. Tenía varias costillas rotas.

Y para finalizar, la “frutilla del postre”: tuvo que cargar a la mascota de su personaje, una serpiente. Esto le causaría miedo a cualquier persona, pero más que nada a él, que era fóbico a los reptiles y el director lo sabía de antemano.