¿Qué sucedió?

Crecer en Hollywood es como subirse a una montaña rusa, que de infantil no tiene nada. Los niños actores llegan a la adultez completamente entrenados para desarrollarse en los mayores sets cinematográficos, aunque eso signifique poner en riesgo su salud (en lugar de su trabajo). Por fortuna, sus familias siempre estarán allí para cuidarles, incluso aunque tengan que interrumpir la producción de uno de los proyectos más importantes de Marvel.
Durante una reciente entrevista con Jeremy Lynch, Holland contó su complicada experiencia con el traje de Spider-Man y cómo su madre salvó el bienestar de sus riñones.
“Sucede todo el tiempo (eso de que te entren ganas de ir al baño cuando ya te has puesto el traje). En la primera cinta, recuerdo que hicimos una secuencia en el Monumento a Washington y tuve que subir y bajar por él durante semanas. Básicamente, no fui al baño durante unas 11 horas, estaba desesperado.
Cuando usás el arnés debajo del traje, obviamente no podés ponerlo encima porque se vería, y porque es tan ajustado que tenés que abrochar el arnés primero. Ir al baño es una odisea. Me acuerdo de llamar a mi mamá y decirle: ‘Ha sido un día difícil, necesito ir al baño. No he ido al baño en 11 horas’.
Dos o tres días después, los productores me apartaron un momento para preguntarme cómo estaban mis riñones. ‘Tu madre nos ha llamado para decirnos que te diésemos los descansos adecuados para que pudieras ir al baño’. Y recuerdo que me sentí avergonzado, pero también muy agradecido porque realmente lo necesitaba, y no me atrevía a interrumpir el rodaje”.
Luego de esa experiencia, parece que la señora Holland no tuvo que preocuparse por más accidentes provocados por el moderno traje. Por el contrario, puede que su familia entera se encuentre de festejo en este momento, dado que “Spider-Man: No Way Home” está cerca de convertirse en una de las 10 películas más taquilleras en Estados Unidos.