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El día que Scorsese casi muere por consumir cocaína en mal estado

El renombrado cineasta pasó por momentos complicados en su vida. Y a su lado, para ayudarlo, estuvo nada más y nada menos que Robert De Niro.

Conocido por dirigir éxitos como “Goodfellas”, “The Irishman”, “Taxi Driver”, “The Wolf of Wall Street”, “Shutter Island”, “Casino”, “Raging Bull”, “The Aviator” y un sinfín de cintas, podría parecer que al estar en la cima de la industria cinematográfica lo tiene todo. Pero… muchas veces las cosas no son lo que parecen.

Tras el fracaso comercial que fue “New York, New York” (1977), Scorsese entró en una depresión que lo llevó a meterse en el terreno de las drogas, en especial, en una de las más duras: la cocaína.

Un año después, mientras el cineasta se dirigía a un festival de cine junto a su colega y buen amigo Robert De Niro, comenzó la pesadilla. Le había comprado a un trabajador del hotel donde había pagado una cantidad -todavía desconocida- de cocaína, que no llegó a consumir toda durante el festival.

Tras llegar a su vivienda neoyorquina, decidió esnifar de esta droga, la cual estaba en mal estado. A esto, se le sumó la reacción con los medicamentos que dirigía para contrarrestar su asma. Lo que llevó al renombrado director a que termine en el hospital, cuyo primer diagnóstico fue hemorragia cerebral, pero que luego se descartó (aunque Scorsese perdió mucha sangre por la nariz).

Pasó un tiempo en el hospital para recuperarse, y al lugar llegó De Niro. Esta charla fue una “cachetada de realidad” para el director, puesto que el intérprete le habló sobre su hija y le cuestionó si no tenía ganas de verla crecer, en lugar de consumir y morirse a temprana edad.

Finalmente, pudo salir adelante con su adicción y siguió creando numerosos éxitos hasta la fecha.

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