Conocé las similitudes de esta producción con el fatídico caso ocurrido en los 70.

La sinopsis de la película especifica: “En una ciudad de Colorado, en los años 70, un enmascarado secuestra a Finney Shaw, un chico tímido e inteligente de 13 años, y lo encierra en un sótano insonorizado donde de nada sirven sus gritos. Cuando un teléfono roto y sin conexión empieza a sonar, el niño descubre que a través de él puede oír las voces de las anteriores víctimas, las cuales están decididas a impedir que acabe igual”.
Resulta fácil reconocer que el largometraje contiene elementos sobrenaturales, incluso sin necesidad de haberlo visto. Sin embargo, en las redes sociales, los usuarios consideran que detrás se esconden acontecimientos reales que pueden haber sido una fuente de inspiración. Y esto se debe a que, si bien se modificaron varias cuestiones, existen muchas similitudes con la historia del criminal Kenneth Parnell, conocido por perpetrar los secuestros de dos menores.
Todo ocurrió en California en 1972. Parnell –un hombre con antecedentes– secuestró a Steven Stayner, lo llevó a su domicilio y abusó de él. Después de una semana de cautiverio, convenció al niño de 7 años de que sus padres ya no podían mantenerlo y de que él tenía su custodia. Lo agredió físicamente, lo amenazó y lo obligó a llamarse Denis Parnell. Al poco tiempo, lo inscribió en un colegio de su barrio.
En febrero de 1980, junto con un cómplice, Kenneth volvió a hacerlo. Se llevó a Timothy White, de tan solo cinco años. Cuando Steven lo conoció, realmente se encariñó con él y se encargó de que no sufriera ninguno de los abusos que él mismo tuvo que padecer. Una noche de marzo, cuando el criminal se fue a su trabajo, fue cuando ambos pudieron escapar.
Fueron a una estación de policía donde contaron toda la verdad. Kenneth Parnell fue arrestado finalmente. Después de siete años de sufrimiento, el adolescente enjuició a su victimario, aunque solo le dictaminaron veinte –pocos– meses de cárcel. La sentencia más larga la obtuvo por el caso White. En total, fue condenado a ocho años y ocho meses, aunque fue liberado al quinto por “buena conducta”. En 2008, murió por causas naturales.
“The Black Phone” es la película con la que Scott Derrickson regresó a sus raíces del terror, después de su paso por el UCM con la dirección de “Doctor Strange” (2016). Gran parte del resultado está muy ligado al vínculo emocional que tuvo este cineasta con el proyecto desde su comienzo. En esta ocasión, C. Robert Cargill (el guionista) y él adaptaron el cuento homónimo de Joe Hill, hijo del aclamado Stephen King.
Sí, las cuestiones que envuelven a esta película no paran de sorprender. Y como si fuese poco, según ha revelado Hill, que el relato y buena parte del film tuvieran lugar en un sótano, se relaciona con su propia infancia:
“Crecí en Bangor, Maine, y mi familia vivía en una antigua casa Victoriana preciosa, y el sótano era un laberinto. Tenía el suelo de tierra, y era un laberinto de pasillos enrevesados de cemento y tuberías colgantes y telarañas y muebles antiguos. El típico sótano de película de terror. Y, en una parte, había un teléfono antiguo que no estaba conectado, y ese teléfono esperó a que creciese lo suficiente para escribir una historia sobre él”.
De la misma forma, Derrickson también mencionó que se inspiró en su pasado. En una entrevista con el portal News, el director del largometraje dio a entender que algunas cuestiones que se pueden apreciar tienen que ver o surgieron en base a algunas de sus vivencias de joven.
“Crecí en una zona del norte de Denver que era bastante violenta, mucho acoso escolar, muchas peleas, muchos niños que sangraban todo el tiempo. También fue justo después de que Ted Bundy pasara por Colorado, matando gente. Y los asesinatos de Manson acababan de ocurrir (…) Cuando tenía ocho años, mi amigo de al lado llamó a la puerta de mi casa y dijo: ‘Alguien ha matado a mi madre’. La madre de mi amigo de al lado fue asesinada. Y había mucha violencia doméstica, incluso en mi propia casa y en la de muchos de los niños que conocía”.
Todo sirvió de inspiración para la película. El director trató de trasladar ese ambiente de forma realista, ya que “era un lugar muy violento y aterrador para crecer en muchos sentidos”. Y al parecer, lo logró. Joe Hill fue uno de los primeros en halagar su trabajo: “lo ejecutaron de forma brillante . Es muy acertado emocionalmente. Es auténtico y, de algún modo, doloroso, y creo que su autenticidad da a la película gran parte de su poder”.
Y evidentemente, también logró captar la atención del público. “The Black Phone”, protagonizada por Ethan Hawke, logró destacarse entre todos los demás lanzamientos de la semana. Muchos la consideran la película que volvió a poner al cine de terror en un lugar estrella porque desde su estreno en salas, se convirtió en el más exitoso.
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