¿Estar detrás de las cámaras era para ella?
La popular intérprete se ha vuelto el foco de los medios de comunicación no tanto por su carrera laboral, sino por su vida personal. Actualmente, se encuentra enfrentando un divorcio con Brad Pitt. Quienes antes eran una feliz e icónica pareja, ahora están batallando legalmente, lo que está desgastando al actor a nivel emocional. Y quizá no lo recuerdes, pero antes de todo el caos entre el dúo explosivo, la actriz había encontrado un camino que le había empezado a gustar: sentarse en la silla de director.
“Unbroken”, “In the Land of Blood and Honey”, “By the Sea” y “Se lo llevaron: recuerdos de una niña de Camboya” fueron los títulos en los que pudo oficiar como realizadora. Pero, luego de la última mencionada, que no dirige. Y es que ha explicado lo difícil que es estar detrás de las cámaras y tener una familia, en especial, en esta situación tan delicada. Es por eso que le ha puesto un freno a su carrera y se dedicará nuevamente a la interpretación casi por obligación.
En entrevista con Entertainment Weekly, Jolie contó: “Me encanta dirigir, pero tuve un cambio en mi situación familiar que no me permitió dirigir durante unos años. Necesitaba hacer trabajos más cortos y estar más en casa, así que volví a hacer algunos trabajos de actuación. Esa es realmente la verdad de todo esto”.
Recordemos que Brangelina anunció su separación en 2016 y la pareja ha tenido que pasar por momentos bastante dolorosos y complicados en su vida. La batalla por la custodia de sus hijos y las acusaciones de violencia doméstica son las principales causas. Lo que parece desgastar tanto a la actriz (que por ende, debe dejar de lado sus sueños para poder dedicarse a sus niños y continuar con la lucha legal) como al protagonista de “Once Upon a Time in Hollywood” (a quien se lo ha visto hace poco en un estado un tanto deteriorado).