¿Sabías que Pixar mantiene este desacuerdo oculto hace años? Estas son las similitudes que la famosa película tiene con la cinta de 1989.
A diferencia de la obra, víctima de plagio en cuestión, el largometraje animado estrenado en 2001 se convirtió en una de las mayores joyas de la empresa de Disney. Pero esto no la eximió de las consecuencias por supuesto robo: a casi dos décadas de su lanzamiento, los empresarios detrás del éxito familiar se volverán a encontrar con la acusación de Fred Savage, quien sigue defendiendo febrilmente que muchas ideas vistas en la historia de Sullivan y Mike Wazowski son propiedad ajena (principalmente de Richard Greenberg, director del film). Entonces, ¿qué elementos en particular están en juego por su tenencia? Continuá leyendo para enterarte.
Como base principal y prácticamente indiscutible, en ambas películas aparecen monstruos que asustan a los niños para ganarse la vida, hasta que finalmente se hacen amigos de uno de ellos y descubren que este parentesco inesperado les causa una crisis de conciencia. Todos conocemos la obra de Pixar, por lo que, enfocándonos más al detalle, el largometraje de los 80 -protagonizado por Savage (“The Wonder Years”) y la voz de Gizmo Howie Mandel (“Gremlins”)- presenta a un desprevenido niño y a un monstruo azul del que se hace amigo, unión que converge en la decisión de dejar de asustar cruelmente a los humanos. El joven héroe se encuentra con la criatura después de descubrirlo escondido en su habitación, y si esto les suena familiar, probablemente sea porque “Monsters Inc.” tiene esencialmente la misma estructura. Además, ambas cuentan con un antagonista que secuestra a un niño para poner en marcha el clímax, que quiere mantener las cosas como están cuando su amigo desarrolla una conciencia molesta. Y, por si todo lo anterior no es suficiente, en ambos títulos los héroes le dan a su nuevo amigo un pequeño recuerdo para recordarlos. Solo hay una diferencia a remarcar: los personajes fantásticos de “Little Monsters” son ex niños a los que les encanta hacer bromas y causar travesuras solo por el simple hecho de hacerlo, mientras que los protagonistas del film de 2001 son trabajadores rígidos que extraen gritos a través de una máquina para una planta de energía.
Para ser justos, en la película de Sully y Mike la percepción se mantiene principalmente a través de los ojos de los propios monstruos en lugar del infante. No obstante, es innegable que los personajes son muy similares y la historia también. Incluso, el universo que se presenta es parecido, ya que los dos relatos exhiben portales secretos entre un mundo y otro; lo que nos lleva a confirmar que, efectivamente, Pixar tiene en sus manos una gran deuda creativa que solucionar.