En el mercado de valores, el ratón cayó ante el mejor jugador.

Este es un gran momento para recordar cuando, la plataforma de streaming, rechazó a la exitosa empresa su millonaria oferta de compra. Y es que al final no se confundía porque, inesperadamente, la gran N roja logró convertirse en un producto más valioso, debido a sus acciones. La pandemia ha logrado que llegue a los 188 mil millones de dólares, superando el valor de Disney, que sufrió una recaída en la bolsa ($186 MMD).
Cabe destacar que el mercado central de la casa de Mickey Mouse no son las películas y series (a diferencia de su competencia en cuestión), sino, los parques temáticos y el merchandising, junto con el marketing alrededor de sus productos. Todos ellos se vieron sumamente afectados por el virus –Disney World cerró sus puertas y las fronteras, para distribuir su material también-. Mientras tanto, Netflix está gozando de su mejor momento, liderando desde las casas a la hora de consumir.
De hecho, el contexto actual probablemente hará que las personas se acostumbren tanto al contenido online, que los cines, eventualmente, dejarán de existir. Lo cual sería una gran jugada para la plataforma, teniendo en cuenta la exclusión que sufrió en la industria del entretenimiento (como lo sucedido con la Academia), pero un triste acontecimiento para quienes somos fanáticos de la experiencia e historia de la gran pantalla.
Es sabido que, el año pasado, Disney lanzó su propia plataforma streaming. Pero, desafortunadamente para ellos -y a pesar de la competencia entre ambos-, sus 50 millones de suscriptores aún no han superado los 170 millones de la nueva líder. Incluso, aunque Disney+ se expanda por los restantes países que le faltan, lo más probable es que no logre superarla.
“Creemos que la desafortunada situación de COVID-19 está consolidando el dominio global de la compañía, en parte impulsado por el contenido que está habilitando con su creciente base de suscriptores”, afirmó Jeffrey Wlodarczak (analista).
Parece ser que, en medio de una pandemia, los inversores han decidido confiar en los servicios de streaming, dejando de lado a los superhéroes y a los icónicos personajes del ratón.