“Inglourious Basterds” pudo verse muy diferente.
A lo largo de su filmografía, el sangriento director dejó algo en claro: sabe perfectamente lo que hace. Debajo de los movimientos con zoom, los aclaramos actores y la violencia, se encuentra un plan milimétricamente ideado a su gusto. Sin embargo, hasta el más genio de los artistas a veces puede equivocarse. Y tal parece ser que este fue el caso.
Al momento de llevar a cabo el rodaje que representaría la guerra nazi, Tarantino tenía al elenco ideal en su mente: Brad Pitt, Christoph Waltz, Michael Fassbender, Eli Roth, Mélanie Laurent… faltaba un nombre que sería clave para la trama, y Diane Kruger sabía que sería el suyo. Pero, obtener el trabajo le costó más de lo que pensaba, dado que el cineasta no quería tener nada que ver con ella.
¿Cuál es el motivo? Según reveló la misma actriz durante una entrevista para el podcast Reign with Josh Smith, Quentin ni siquiera la dejaba presentarse al casting: “Él no quería conocerme porque vio una cinta en la que yo estaba y no le gustó. No creyó en mí desde el principio”.
Por fortuna, Kruger no se rindió. Sabía que el equipo buscaría un elenco de origen Deutsch (recordemos que solo el 30% de los diálogos del filme son el inglés) y que es una de las mayores referentes del Cine Alemán. Así que voló directo al lugar de los hechos y esperó varias horas hasta que, finalmente, Tarantino le permitió hacer el casting.
“Dejó pasar a todos y después no le quedó más remedio que verme. Literalmente, la única razón por la que me dejó hacerlo es porque no le quedaba nadie más para audicionar”.
Diane Kruger para Reign with Josh Smith.
Y el resto es historia. “Inglourious Basterds” no sería la misma película sin su impecable participación, y a cambio, se volvió el papel más importante de su carrera, otorgándole múltiples premios y nominaciones.