Definitivamente, es demasiada coincidencia.
Desde pequeños, el maravilloso mundo de Disney nos ha acompañado. En nuestros mejores y peores momentos, las clásicas historias con sus adorables personajes estuvieron ahí para nosotros. Pero, fuera de la pantalla, la realidad puede que no tenga colores fuertes y texturas abrazables. En efecto, siempre llega esa edad… en que conocemos los relatos macabros detrás de algunos cuentos infantiles. Sean ciertos o no, hay una inmensa red de conexiones y detalles que no se pueden omitir.
En este caso, hablaremos de la mente macabra que identificó a un ‘asesino’ entre las pertenencias de Andy.
¿Alguna vez escuchaste hablar de las naranjas en “El Padrino”? Cada vez que una de esas frutas aparecía, ocurría una muerte. Si hacemos una revisión de las películas de “Toy Story”, cada vez que algo malo sucedía… ahí se encontraba la Bola 8, el personaje oculto que se encargó de generar todos los conflictos y deshacerse de su competencia.
En la vida real, la esfera negra es la que sentencia un partido de pool (por las buenas o por las malas), mientras que en el film, representó un clásico juguete de época cuyo entrenamiento se basaba en ser un artefacto ‘mágico’ que daba respuestas a variadas incógnitas del pasado, presente y futuro. ¿Terrorífico? Y poético para esta teoría.
De forma sutil, siempre estuvo presente. En la primera cinta, Woody la utiliza para preguntarle sobre sus incomodidades por Buzz y, al no gustarle su respuesta, se molesta tanto que acto seguido “tira” a su compañero por la ventana. En la secuela, vuelve a aparecer justo antes de que el vaquero encuentre a Wheezy en el estante de productos olvidados. Como el protagonista siente pena, se encarga de ayudar al pingüino averiado y termina en la venta de garage, donde es robado.
Una década más tarde, los productores casualmente recuerdan a la Bola 8 y la integran en la escena que muestra al ya mayor Andy a punto de dejar a sus viejos amigos en el altillo… hasta que la bola cae de la caja de su hermana y se apura a ayudarla, efecto que deriva en que su madre recoja la bolsa y done los juguetes.
¿Crees que esta teoría de Pixar pueda ser posible? Tal vez no se trate de un artefacto asesino, sino más bien de una figura que anuncia tragedias, la representación de una premonición (al igual que la naranja de Francis Ford Coppola). De una forma u otra, ahora que sabemos esto, será mejor mantener bien guardadas las bolas de pool.